La tradición vitivinícola de Italia viene de lejos: hay que remontarse al siglo V a.C. cuando los griegos asentados en el sur llamaron Enotria (tierra del vino) a toda la península o cuando el Forum Vinarium romano a la orilla del río Tíber era el centro internacional donde se cambiaba vino.
VINOS DE ITALIA
HISTORIA
La tradición vitivinícola italiana viene de lejos: hay que remontarse al siglo V a.C. cuando los griegos asentados en el sur llamaron Enotria (tierra del vino) a toda la península o cuando el Forum Vinarium romano a la orilla del río Tíber era el centro internacional donde se cambiaba vino. También Plinio el Viejo, quien murió en Pompeya en el año 79, víctima de la erupción del Vesubio, fue el primero en clasificar el vino; consideró 195 vinos de los cuales 80 eran de calidad superior. Hoy no existe región italiana donde no se produzca vino y se da la paradoja de que magníficos viñedos producen vinos de escasa entidad. Hasta hace pocas fechas sólo el 10% de la producción vinícola italiana estaba regulada por leyes vinícolas.
Las leyes que reglamentaban el vino italiano se comenzaron a desarrollar a partir de los años 50, excepto en la zona del Chianti que datan de los años 30, para intentar paliar los males causados por el absoluto caos que existía entonces. Pero no fue hasta 1963 cuando el gobierno italiano quiso poner fin a la anarquía reinante en el mundo del vino y poner un poco de orden e instauró un sistema de denominaciones de origen basado sobre todo en el sistema francés de AOC (Appellation d’Origine Contrôlée): el de las Denominazioni d’Origine Controllate (DOC). El primer vino que obtuvo tal reconocimiento fue la Vernaccia di San Gimignano en 1966 y la DOCG (la G significa ‘garantita’ o garantizada) en 1993.
Pero el sistema pecaba de excesiva rigidez y no garantizaba la calidad. Esto hizo que numerosos productores no se identificasen con esta política y comenzaran a trabajar alejados del sistema, las DOC eran un obstáculo más que un beneficio. Cuando no se estaba de acuerdo a la única categoría de vino a la que podían acudir era a la de vino da tavola (vino de mesa), la más baja. El ejemplo más claro lo tenemos en la Toscana, durante los años 80, donde un gran número de los vinos de mayor entidad eran vinos da tavola, sin denominación y con precios sustancialmente más altos que aquellos que tenían los vinos amparados por una denominación.
El Gobierno italiano se decidió finalmente y con una enorme celeridad aprobó la ley-reforma número 164 que lleva el nombre de quien la impulsó, la ley Goria (ministro que sólo duró en el cargo el tiempo que tardó la ley en aprobarse). El Gobierno italiano llevó a cabo la ímproba labor de catalogar la enorme variedad de vinos producidos en Italia y darles al mismo tiempo una identidad definida y reconocida.
La normativa del 10 de febrero del año 1992 que regula el sistema de denominaciones de origen introdujo la definición IGT (Indicación Geográfica Típica) que comenzó a aplicarse en el año 95 y año tras año ha conseguido un notable relieve. Esta ley seguramente era en teoría la más progresista e incisiva de cuantas existían en el mundo. Pero, como suele ocurrir siempre en Italia, los supuestos beneficios que reportaría la ley eran cuestión de futuro.
Lo más importante y subrayable de la ley era la defensa del origen geográfico y de la expresión del terruño. Prevé que todas las denominaciones que no tengan una calidad contrastada desciendan de escalón: cuando se hizo la ley se suponía que más de 50 perderían su condición de DOC y unas cuantas su ‘status’ de DOCG. Pues bien, a día de hoy todavía se espera que descienda la primera. El ascensor de subida si ha funcionado pero el de bajada no se ha estrenado y eso que unas cuantas lo piden a gritos.
Los vinos que demuestren durante cinco años su calidad adquirirán una DOC y cinco años más tarde podrán aspirar a situar en el gollete de la botella la garantía del estado de una DOCG.
DOP – Denominación de origen protegida
La Denominación de Origen Protegida es un nombre que identifica un producto originario de un lugar, región o, en casos excepcionales, de un país específico, cuya calidad o características se deben esencialmente o exclusivamente a un entorno geográfico particular y sus características intrínsecas. factores naturales y humanos y cuyas fases de producción tienen lugar en el área geográfica definida. Actualmente 573 productos han sido reconocidos con la Denominación DOP, de los cuales 167 productos alimenticios y 406 vinos.
Este es el símbolo que distingue los productos DOP, cuyos colores predominantes son el amarillo y el rojo.

IGP – Indicación geográfica protegida
La Indicación Geográfica Protegida es un nombre que identifica un producto que también se origina en un lugar, región o país específico, a cuyo origen geográfico se le puede atribuir una determinada calidad; reputación u otras características y cuya producción se lleva a cabo durante al menos una de sus fases en el área geográfica definida. Actualmente, 249 productos han sido reconocidos como Indicaciones Geográficas, de los cuales 131 productos agroalimentarios y 118 vinos.
Este es el símbolo que distingue los productos PGI, cuyos colores predominantes son el amarillo y el azul.

TSG – Especialidad tradicional garantizada
Los productos reconocidos por STG siguen métodos de producción específicos y recetas tradicionales. Las materias primas e ingredientes utilizados tradicionalmente hacen que estos productos sean especiales, independientemente del área geográfica de producción. Actualmente se han reconocido 2 Especialidades Tradicionales Garantizadas: Mozzarella y Pizza Napolitana.
Este es el símbolo que distingue los productos STG, cuyos colores predominantes son el amarillo y el azul.
