cava
Bajo la mención de D.O. Cava se amparan los vinos espumosos de calidad elaborados mediante el método tradicional en el cual el vino realiza una segunda fermentación alcohólica en botella.
Bajo la mención de D.O. Cava se amparan los vinos espumosos de calidad elaborados mediante el método tradicional en el cual el vino realiza una segunda fermentación alcohólica en botella.
Sus antecedentes se remontan al año 1959, cuando se establecieron las primeras normas de comercio de los vinos espumosos y gasificados, en las que aparece por primera vez la mención al Cava.
Posteriormente, la orden del Ministerio de Agricultura del 23 de abril de 1969 reglamentó los vinos espumosos y gasificados, y quedó así reconocida la palabra cava como designación propia de los espumosos elaborados por el sistema clásico de fermentación en botella y envejecimiento en cava. Esta definición sirvió como base para designar el nombre del producto.
En el año 1972 se promulgó la Orden Ministerial en la que se constituyó el Consejo Regulador de los Vinos Espumosos, cuyo funcionamiento sería equiparable al de las denominaciones de origen. Con esta disposición, el cava queda sujeto a su propia normativa en cuanto a elaboración, producción y comercialización.
El Cava tiene sus orígenes en la zona vitivinícola del Penedés, destacando concretamente el municipio de San Sadurní d’Anoia, conocido como la capital del Cava, y sus alrededores. Sin embargo, por motivos históricos, también podemos encontrar algunos municipios de otras zonas en los cuales se puede elaborar Cava. Para una mejor identificación de los diferentes territorios específicos de la Denominación de Origen Cava, se pueden destacar un total de cuatro zonas diferenciadas. La Denominación de Origen Cava comprende las siguientes zonas:
Cava es sinónimo de excelencia, y alcanzarla requiere de genuidad. Lo garantiza todo el proceso de elaboración que, al mismo tiempo, ofrece distintos tipos de producto -según la crianza y su contenido en azúcar-, los que convierten al Cava en una de las bebidas más versátiles del mundo.
A la ya garantía de calidad que supone el método tradicional, se suma una clasificación de mayor grado de exigencia con la introducción de las categorías de Cava de Guarda y Guarda Superior. Todo ello para identificar aún mejor el origen y la trazabilidad de cada una de nuestras pequeñas joyas e identificar de manera más clara los segmentos de Cava según su crianza. Una clasificación única que coloca a la D.O. Cava a la vanguardia de los vinos espumosos de calidad que siguen el método tradicional.
La versatilidad se multiplica cuando hablamos de los distintos tipos de Cava permitidos en función del azúcar añadido. Así, en cada categoría podemos escoger en función también del tipo. Desde el Brut Nature (sin adición de azúcar) hasta el Cava Dulce -ideal para una agradable sobremesa- tenemos un sinfín de opciones que incluyen el Brut, Extra Brut, Semi Seco y Seco. A las categorías de Gran Reserva y Cava de Paraje solo se les permite ofrecer los tipos Brut (Brut Nature, Extra Brut y Brut).